jueves, 30 de julio de 2015

Abandono de hogar

Juntos en esa casa, formamos el hogar. Yo llegué primero, después vino él.
Ayer saqué mi llavero y esas llaves dejaron de ser las que abrían nuestra puerta. De la baulera salió todo y volvió a su lugar. Como el primer día, el sillón allá, esa cama con la colcha floreada. La mesa de Bridge que nunca usamos porque siempre comimos en la cama, volvió a tener el mismo mantel naranja. Ese que era nuestra manta para el río las tardes de verano. Sacamos los cuadros, las luces, los gatos. Hicimos el vacío de nosotros, llenamos con todo lo otro. Los cactus que dibujé con él cuando todavía no era su casa, en el patio quedaron. La pared azul de noche plastilina que pintamos en el cuarto también. Me llevé los pájaros de cerámica que había en la entrada, pero los peces que nadaban a contramano los dejé. En el baño quedó la paz en el espejo, pero todo lo demás se fue. En pocos días el hogar entró en cajas y se transformó de nuevo en esa casa. Que ya no era la nuestra, ni la mía ni la de él. 

2 comentarios: